Nuestro país cuenta con una certificación argentina que a nivel nacional permite acreditar la sustentabilidad de las empresas e instituciones. Este sello es otorgado por la Sociedad Argentina de Profesionales Ambientales (SAPROCEA). Esta certificación es una herramienta valiosa para la innovación y el crecimiento empresarial mediante un procedimiento exclusivo, novedoso, riguroso y confiable que permite demostrar la sustentabilidad en origen de todos los bienes y productos argentinos.
El SELLO ARGENTINO DE SUSTENTABILIDAD no es un simple etiquetado sino una guía de trabajo y un método de acompañamiento permanente. Fue diseñado para colaborar con las empresas en su crecimiento, identificación de ahorros y riesgos como incremento de las ganancias.
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Pueden certificar todo tipo de emprendimientos que elaboren bienes o presten servicios en territorio argentino.
No basta que una empresa informe a sus grupos de interés que es sustentable mediante sus redes sociales (o incluso en Reportes Públicos) ellos no son otra cosa que simples autodeclaraciones no verificables. La sustentabilidad empresarial debe demostrarse mediante un proceso de certificación estricto, neutral y con relevamiento de expertos en terreno. De esta forma su firma obtendrá credibilidad ante el mercado local e internacional, ante bancos, ante posibles o actuales financistas/accionistas, frente la comunidad, frente a las Autoridades de Control y sobre todo frente a sus clientes tanto actuales como potenciales, accediendo así a nuevos mercados y nuevas ganancias.
Para la certificación se evalúa que las empresas realicen una gestión eficiente de los recursos (naturales, energéticos, agua, etc.), sean respetuosas con los ecosistemas argentinos y tengan acciones de responsabilidad social empresarial con su personal, entre otros aspectos.